Jugando con los minerales

    Aprovechando la visita al Instituto Geominero, y dado el interés que despertó en mi hijo el mundo de las "piedras", aprovechamos a inventarnos juegos con algunos de los minerales que tenemos en casa. Qué hay que resaltar en esta entrada, pues que la idea de todo el juego surgió de él.

   Su juego consistía en ir adivinando los distintos minerales que iba eligiendo de la caja. Aprenderse todos era imposible, así que se centró en esta selección, que dicho sea de paso no es nada pequeña.

 

   Trabajamos no sólo el aprendizaje de los minerales, también jugamos con las posiciones, requiriendo por su parte un gran ejercicio de memoria y concentración.

 

   Al principio utilizamos sólo cinco piezas, escondiendo cada vez una de ellas y moviendo la posición de las restantes. En un solo golpe de vista mi hijo fue capaz de saber el mineral que había escondido. Claro que con cinco es fácil saberlo, pero y si vamos aumentando el número.

 

   Por sorprendente que parezca, en un golpe de vista, mi hijo seguía sabiendo perfectamente el mineral escondido, moviendo el resto de posición en cada nuevo reto. Desde luego tiene bien merecido el sobrenombre de vista de Águila.

 

   Tras dos horas de juego, el agotamiento comenzó a llamar a su cabeza, con lo que dimos por finalizado el juego. Un día muy productivo, en todos los sentidos.