miércoles, 29 de agosto de 2012

Sus primeras espadas


Aquí están, las dos joyas de la corona, a falta de ser pintadas todavía. Tienen un gran mérito, puesto que todo el trabajo de lijado y modelado es suyo. Lo único en lo que he ayudado ha sido en el corte, le daba demasiado miedo para hacerlo él solo.


Primero planteó el dibujo de la espada en un trozo de madera. Anteriormente había buscado por Internet diferentes modelos fáciles para intentar realizar. Eligió un par de ellos, los que ha terminado "adaptando" a su estilo.


Todo el trabajo ha sido muy manual, porque aunque empezó con una lijadora orbital, finalmente se decantó por el método más tradicional. Tanta vibración le ponía nervioso.


Incluso el agujero, que realizó en su primer modelo, lo hizo con este peculiar taladro llamado berbiquí. Tardó lo suyo el pobre, pero lo logró. Para sentirse más que orgulloso de su obra.



Este es el segundo modelo. Como ya ha pillado el tranquillo a las herramientas, aquí con una escofina, ha tardado muy poco en tenerla lista para pasar por el taller de pintura.


Finalmente ha pulido la superficie con una lima, para que quedase suave al tacto. Todo un trabajo profesional.

Y ahora, a descansar un poco, porque realmente se lo merece.

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