Estas navidades mi hijo pidió por reyes, entre otras cosas, una máquina de coser. Y, como era de esperar, se la trajeron.
Sus primero pinitos fueron simples pruebas en trozos de tela, para comprobar su funcionamiento y variación del tipo de puntada.
Pero hace unos días se lanzó de lleno en el difícil arte de crear modelos personalizados a sus muñecos.
En este caso concreto, hemos medio tuneado un muñeco de trapo que nos regaló una amiga. Mi tarea solo ha consistido en ponerle pelo, todo lo demás es obra suya, incluido su preciosa camiseta.
Para empezar le mostré la técnica básica de todo principiante, vamos lo que much@s hemos hecho de pequeñ@s, dibujar la silueta de la camiseta, coser las costuras bordeando la forma, darle la vuelta y ponérsela al muñeco.
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