Como cada año, las golondrinas regresan a su nido. En el porche de la entrada, en casa de mi madre, siempre podemos ver su peculiar nido y la golondrina en pleno proceso de restauración.
Es precioso ver como regresan siempre al mismo sitio. La misma pareja de siempre. El macho es el que viene primero, luego llega la misma hembra.
Como bien se ve en la foto, el nido se hace con barro, saliba y algo de paja. Lo erigen muy pegado al techo, por lo que resulta muy complicado ver su interior. La hembra pondrá unos cuatro o cinco huevos, que tras una incubación de 14 ó 16 días, dará lugar a unos gracioso polluelos.
Las golondrinas se alimentan de insectos. Podrían haber construido su nido en el otro patio, donde comemos, así nos evitarían los mosquitos y demás familia.
Los polluelos suelen abandonar el nido en poco más de 20 días. Se posan en cables o ramas y se dejan alimentar durante un tiempo. Los padres, pasados unos 15 días, comienzan una segunda cría.
Este año, que mi hijo es mayor, realizaremos un seguimiento más exhaustivo de estas aves.
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