Buscando setas

Ayer nos tocó día de campo. Entre juegos y carreras logramos realizar una actividad que a mi modo de ver fue muy interesante. Recoger setas. Para mí es todo un mundo dado que no las reconozco, así que es algo en lo que necesito ayuda. Así que aprovechamos nuestro entorno y salimos en su búsqueda con unos amigos.

No nos resultó demasiado difícil encontrarlas, pero lo que es importante es tener cuidado en diferenciar bien las que son comestibles de las que no. Pero aprendimos pronto.

 Tenemos una muestra clara de una seta comestible de otra que no lo es. En este caso vemos que tanto la forma como el tamaño son diferentes. 

Pero si aún tenemos dudas, solamente hay que darle la vuelta a la seta y ver el color que tiene. La comestible es la que tiene el color claro.

Mi hijo aprendió mucho de sus amigos y enseguida aprendió a diferenciar ambos tipos de setas. No hay nada como el aprendizaje compartido, salidas al entorno y la mejor compañía para estos casos.

Algo que también aprendimos es que hay que ir a buscar setas con una cestita, de esta manera las esporas irán cayendo de nuevo al suelo mientras las transportamos. 

Evidentemente el mundo de la seta no queda solo aquí, es amplísimo y con muchos matices, pero como comienzo no estuvo nada mal.

Gracias chicos por esta experiencia.