No se si será genética, pero todo lo que tenga que ver con coches y aviones a mi hijo le vuelve loco. Así que ahí nos tenéis, trabajando la aerodinámica a saco.
Por eso cada vez que veo algún cuadernillo con hojas para hacer aviones suelo pillarlo sin mirar. Porque hay mil formas de hacerlos, cada uno sirve para un tipo de vuelo, luego se puede experimentar con la fusión de dobleces.
Y eso es lo que hacemos, comparar vuelos, formas y decidir que es lo que falla en ellos si no hemos seguido correctamente las indicaciones. Un trabajo de campo sin lugar a dudas.
Estamos aún trabajando sobre el mejor formato, en cuanto lo decidamos lo mostraremos paso a paso.
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