Aprovechando el proyecto sobre el Antiguo Oeste, en el que mi hijo tiene que señalar las rutas de California y Oregón, hemos improvisado un pequeño juego con uno de los puzzles Montessori que una amiga nos regaló. Así que, tras señalar la ruta en nuestro mapa particular, pasamos a descubrir Estados Unidos.
Lo primero ha sido colocar el mapa orientativo en el salón. Pasa a ocupar el lugar de la pirámide de nutrición que ya teníamos más que interiorizada. Nuevo reto, nuevo puesto.
Ahora queda montar el puzzle mientras mi hijo busca el nombre de cada uno de los Estados que va colocando. No le ha resultado demasiado complicado, todo hay que decirlo, además de que la geografía le gusta bastante.
Una vez terminado el puzzle, y con una cinta de color, señala la ruta en este mapa. Aunque hemos tenido nuestra pequeña pelea por el montaje de la ruta, puesto que realmente tiene controlada la ruta de las caravanas y no ha admitido fallo alguno. Eso es saber por dónde se pisa.
No ha sido fácil mantener las cintas, es más, la ruta de California ha sido muy rebelde y al final ha pasado por donde ha querido, pero lo importante es centrar el concepto, y eso está bien fijado.
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