Quien lo diría, ya han pasado 20 días desde que Cleo tuvo a sus tres cachorritos. Van creciendo muy rápido, tienen los ojos abiertos y empiezan a compartir juegos. Son verdaderos peluches.
Cleo se está presentado como una auténtica madraza, aunque eso si, compartiendo sus responsabilidades con nosotros. Hace unos días me sorprendí ejerciendo de "abuela gatuna", cuando Cleo me los acercó a la cama, a mi lado, para que los cuidara mientras ella se daba una vueltecita mañanera.
Me pareció un detalle muy tierno por su parte, ya que denota una gran confianza en nosotros. Así que estamos disfrutando muchísimo esta nueva etapa en la familia, creando lazos fuertes con nuestros animales y valorando a cada instante la suerte que tenemos de poder aprender a su lado día a día.
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