Ayer estuvimos en el parque Juan Carlos I, el ferial. Habíamos quedado con algunas familias para pasar la tarde. Pero como suele pasar en estos casos, una tranquila salida al parque, puede transformarse en una clase de física en un abrir y cerrar de ojos.
Y esto es lo que nos pasó, puesto que uno de los padres apareció con un cohete casero. Así se pudo improvisar una clase, que otro de los papás definió...
"Es física pura y dura. Presión, fricción y conservación de la cantidad de movimiento. Transformación de energía mecánica en presión y luego en potencial..."
Utilizando dos botellas vacías se prepara el cohete. Cortando una de las botellas, la parte central, la unimos como se ve en la fotografía, a otra botella entera. Se puede pegar sencillamente con cinta de embalar. Se le añaden unos alerones, para mayor estabilidad, y así también queda un diseño chulo.
Se introduce una válvula en un tapón de corcho, para poder llenar de aire la botella y crear la presión suficiente para que el cohete despegue.
Tanto niños como mayores estábamos entusiasmados con el experimento, no veíamos la hora de probarlo.
Todo listo y preparado en su lanzadera. En este caso, Carlos, había añadido un elemento más al cohete, un paracaídas que, por desgracia, no llegó a funcionar.
La válvula también ocasionó algún que otro quebradero de cabeza, pero finalmente cumplió su misión. Se puede decir que este experimento fue un éxito, aunque aún queda perfeccionar el paracaídas, así que no nos quedará más remedio que montar otra salida para probarlo de nuevo.
Solo me queda dar las gracias a Carlos por su magistral clase práctica, mi hijo estaba entusiasmado, y por el despliegue de medios para que todos disfrutásemos y aprendiésemos tanto.
Nos divertimos mucho y aprendimos sobre cohetes. Los niños disfrutaron del experimento y jugaron muchísimo.
ResponderEliminarGracias a Carlos por la lección y por la diversión. A ver si para la próxima vez ya ha encontrado la solución a la segunda fase, la caída en paracaídas.
Toda una tarde estupenda. Pendiente quedan las mejoras del cohete y, como bien dices, la caída del paracaídas. Aunque creo que Carlos ya tenía ideado algo, es que se nos hizo muy tarde para poder probarlo.
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