Parque Natural Barranco del río Dulce

   Salir al campo, a la naturaleza, bien sea con rutas en bici o a pie, es algo prioritario en nuestra vida. Vivimos en un entorno privilegiado, pero eso no quita que nos guste conocer otros sitios y disfrutemos con las salidas en grupo.

   Por mucho que conozcamos un lugar, siempre aprendemos cosas nuevas de él. Sobre todo cuando salimos con otras personas, que nos aportan un punto de vista distinto. Aprendemos a ver las cosas con otros ojos, con otra mirada, y eso enriquece muchísimo nuestro aprendizaje diario.

   En esta ocasión nuestra ruta en bicicleta fue por el Parque Natural Barranco del río Dulce, una de las rutas más famosas de Guadalajara. El sitio es precioso, fácil de llegar y con una ruta bastante divertida para nosotros, aunque debo admitir que en algunos tramos me cansaba un poco. Pero sólo yo, los niños ni se inmutaron

   No madrugamos demasiado ese día, por lo que llegamos pasada la una de la tarde. Así que pensamos que lo mejor sería comer en este lugar tan bonito y continuar nuestra ruta después de llenar el estómago.

   Aprovechamos para poner un poco a punto las bicicletas y que los niños investigaran un poco más sobre el sitio y esa pequeña presa.

   Ya puestos en camino, nos encontramos vistas como ésta. Sin palabras.

   De vez en cuando hay que hacer reajustes en la bicicleta. Otro buen aprendizaje, llevar siempre herramientas para ello.

   Pararnos e investigar el entorno se hace indispensable. En un día de calor, el sonido del agua corriendo es demasiado fuerte como para pasar desapercibido.

   Encontramos este pueblo abandonado, aunque había gruas, daba la impresión de haber sido colocadas en algún momento que se quiso rehabilitar el pueblo, pero que ahora dan la impresión de estar totalmente abandonadas también.

 

   Nos sentamos un rato a descansar, al lado del río, y recuperar fuerzas para la vuelta.

   El agua estaba gélida, pero en esos momentos se agradecía. Eso sí, intentar mantener los pies dentro del agua era un trabajo de Titanes, yo sentía que me dolía hasta la pierna, pero conseguí relajarme totalmente.